Desde un principio sabia lo que eras
por tu comportamiento y lo que mas deseas.
Hay pensamientos en ti sin descifrar,
que escondes en tu caballerosidad.

Todo te delato en un instante.
Tenia que alejarme.
Era clara tu procedencia,
por toda esa bella apariencia

Primero ojos negros como infinito abismal,
voz seductora demasiado especial.
Dura y pálida piel hermosa
cuerpo tentador y cara deliciosa

Ya no había nada más que dudar,
sobre todo por tu deseo de sangre voraz
No estabas nada tranquilo.
Pero ahora sabía que eras un vampiro.

Un vampiro que yo deseaba,
sin importar que a la muerte me llevara
Pero no era fallecer sin razón.
Yo le entregaría mi corazón.

Comenzó con un bezo amargo como el licor,
sintiendo yo todo su amor,
desee ser inmortal,
Por que todo era tan especial.

Me estremecí entre sus brazos,
dejándome llevar sin fracaso
Me acaricio con profunda intensidad.
Sabiendo que yo era su prioridad.

El asesinar con tanta pasión,
esta gran fuerza de atracción,
me hicieron querer morir de verdad
dejando atrás mi soledad.

Me rendí al placer del momento.
Conteniendo de una vez todo mí aliento.
Le regale mi alma sin protestar,
sabiendo que aquel seria mi último palpitar

Después todo fue diferente,
la verdad estaba en tus ojos claramente.
No querías que yo fuera inmortal.
Simplemente te querías alimentar.

Te arrepentirás de haberme conocido,
por aquel momento vivido.
Ahora en la oscuridad, un manto que oculta mi pena.
Donde tú fuiste mi condena.
Llevo grabada tu fragancia,
que en mi ahora despierta ansia.

Aun en mi piel tus labios siento.
No mereces este arrepentimiento.
El cielo se nubla con tu adiós.
Pero aun escucho aquí tu voz.

Tu maldad me hizo feliz.
Por cometer un pequeño desliz.
Regresas a mi en un instante.
Obligándote a ser mi amante.




Por Mónica Alezhi Gómez Pizaña